1. Introducción: Se define como muro de carga aquel que forma parte de la estructura de un edificio, como muro de contención aquel realizado con el fin de soportar cargas horizontales del terreno, como muro pantalla el que trabaja como muro de carga y de contención, como muro de seguridad el que divide espacios con el fin de restringir los accesos a ellos, como muralla la que tiene un fin defensivo. El muro está compuesto por la unión monolítica de pequeños elementos, como piedras o ladrillos, generalmente unidos con un aglutinante o mortero. En la Prehistoria, ya se construían muros, que servían para casas o viviendas temporales. En el Neolítico, aparecieron las primeras expresiones de arquitectura, con las construcciones megalíticas y ciclópeas, evolucionando con el paso de las distintas culturas hasta la actualidad, siendo el tradicional muro de carga el recurso constructivo más empleado. Gracias a la estabilidad y solidez del muro, el hombre ha podido crear espacios habitables, edificios de usos religiosos, culturales, productivos, defensivos contra agresiones enemigas e infraestructuras civiles. Desde la antigüedad, el hombre ha utilizado la piedra como principal componente para la ejecución de los muros. Este es un material sinónimo de solidez, protección y durabilidad y, al tratarse de un material inerte, mantiene sus características mecánicas. 2. Piedra en rama, ripios, mampuestos y sillarejos: La palabra piedra es utilizada en el lenguaje de las canteras, arquitectura e ingeniería para referirse a un material de origen natural con altas características consistentes que lo hacen apropiado para la construcción. En las canteras, se extraen las piedras, que se labrarán y ordenarán, transformándose en materiales de construcción que serán utilizados en las diferentes unidades de obra. Se puede realizar su clasificación por su origen, su dureza o por su tamaño y forma. – Bloque: porción de piedra de grandes dimensiones obtenida directamente de la extracción sin ningún tratamiento posterior. – Mampuesto: bloque de pequeña dimensión de forma irregular o en bruto, que puede ser manejado por un solo operario. – Sillar: piedra a la que, después de trabajos de desbaste y talla, se le ha dado forma geométrica. Generalmente y debido a su tamaño, deberá ser manipulada mediante medios auxiliares. – Ripio: fragmentos de piedras
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3.2. Sillar y Perpiaño
4. Sillar, perpiaño Las fábricas de sillería o perpiaño son aquellas que están constituidas por piedras naturales labradas a las que se les da una forma geométrica, generalmente en forma de paralelepípedo. El nombre de perpiaños es el que tradicionalmente se le ha dado en Galicia a los sillares realizados con piedras de gran dureza a los que se le da un acabado desbastado a golpe de maza o martillo o bien acabado apiconado mediante golpes con un pico. Estos se colocan unos sobre otros con una cama de mortero, quedando sostenidos entre ellos por yuxtaposición. Las medidas aproximadas podrán ir en cuanto a longitud desde 40 a 200 cm, en altura de 30 a 60 cm y su grosor podrá variar entre 14,5 y 35 cm. Los tipos de sillería son: Sillería a hueso: sillares colocados unos sobre otros sin ningún aglutinante entre sus juntas. Sillería con mortero: sillares colocados unos sobre otros recibidos con mortero de cal o cemento entre sus juntas. Sillería aplantillada: los sillares no tienen forma prismática recta, tienen superficies planas, pero contienen caras curvas, baquetones, para formar arcos, bóvedas y curvas. Sillería moldada o moldurada: presentan molduras en su cara principal. Sillería almohadillada: en su cara principal, presentan rehundidos entre las juntas de profundidad y anchura uniforme. Sillería decorada: sillares en los que aparecen motivos decorativos sobre fauna y flora, trazas geométricas o curvilíneas o motivos escultóricos. Sillería pulimentada: sillares con sus superficies pulimentadas. Sillería punteada: sillares que aparecen con señales de haber sido das sus superficies con el pico para su labra. Sillería abujardada: sillares en los que aparecen las señales de haber empleado sobre sus superficies la bujarda para su labra. Sillería apiconada: sillares de piedras duras en las que aparece un acabado mediante golpes con un pico para su labra. Sillería desbastada: sillares de piedras duras en las que aparece un acabado mediante golpes de maza o martillo. Sillería rústica: sillería con acabado irregular realizado intencionadamente para darle una apariencia rústica. Sillería averrugada: sillería con acabado a relieve con formas sinuosas entrecruzadas y de corta longitud realizadas con el puntero. 5. Fábricas a una y dos caras: Cuando se habla de fábricas a una o dos caras, se
3.3. Elementos constructivos
7. Elementos constructivos en piedra natural. La versatilidad de la piedra hace que se pueda utilizar como elemento estructural con capacidad portante, cubrición, muros, revestimiento de fachadas, pudiendo con ella dar solución a los huecos que sobre sus paramentos sean necesarios para hacer los espacios habitables. Además, la piedra posee grandes ventajas, como su durabilidad, fácil mantenimiento, buen aislante térmico y acústico e ignífugo. A continuación, se enumeran los distintos tipos de elementos constructivos en piedra natural: –Muros: elementos constructivos verticales que cumplen dos funciones principales: transmitir las cargas de los ‘elementos de cubrición hacía los cimientos y crear espacios habitables. Según el tipo de piedra, se clasifican en sillares y mampuestos. –Dinteles: mediante un sillar o un conjunto de sillares o sillarejos, permiten salvar un espacio no muy grande mediante una disposición sencilla, pudiendo clasificarse según se emplee una sola piedra, denominándose monolítico, o varias, denominándose abovedado. –Pilares o columnas: elementos constructivos verticales cuya función es transmitir las cargas de los elementos de cubrición hacia los cimientos. La clasificación genérica según los órdenes arquitectónicos clásicos es: Dórico – Jónico – Corintio – Toscano – Compuesto. Según el tipo de fuste: – Columna lisa. – Columna estriada o acanalada. – Columna fasciculada. – Columna agrupada. – Columna salomónica. – Columna románica. Arcos: conjunto de sillares o sillarejos que permiten salvar un espacio más o menos grande mediante una disposición en curva. Bóvedas: estructuras que sirven para cubrir espacios limitados por muros, en una disposición de elementos que permiten contener las presiones entre ellos y soportar las cargas a las que estén sometidos. Cúpulas: estructuras que sirven para cubrir espacios de planta circular poligonal o cuadrada. Son bóvedas de revolución semiesférica, semielípticas o formadas por una serie de arranques de arcos que cortan al eje en su vértice. 8. Tipos de fábricas de piedra: Existe gran variedad de disposición y trabazón de las piedras en la ejecución de los muros. La clasificación de los aparejos viene dada por cómo disponen las piedras y por el material de agarre que se utilice. Se clasifican en: Mampostería: fábricas ejecutadas con piedras sin labrar, con forma irregular, tal y como se extraen de la cantera: – En seco. – A hueso.
3.4. Agarre y asiento
9. Componentes, mezclas de agarre y asiento Se llama mortero al conglomerado formado por un aglomerante, arena y agua. Según el tipo de fábrica, se emplearán la cal, el cemento o ambos como aglomerante, obteniendo el mortero a la cal, mortero de cemento o mortero mixto o bastardo. 9.1. Trabazón, llaves, encuentros, puntos singulares, remates: Para la unión entre los elementos de un muro de piedra de sillería, se puede recurrir a distintos medios de sujeción: Trabazón: mediante formas especiales en la testa de los sillares continuados se consigue un encadenado, ejemplo de esto son los dentados o los machihembrados. Llaves: estas se colocan en zonas donde el muro debe soportar mayores cargas. Por un lado, están las que se realizan con elementos metálicos entre sillares de misma hilada mediante tochos por otro lado. Encuentros: zona común entre dos muros que tienen direcciones distintas y se encuentran. Para conseguir que queden bien trabados los aparejos de los muros. 9.2. Máquinas, herramientas, operaciones de limpieza y almacenamiento. Antes de comenzar la construcción de un muro, hay que estudiar la forma en que se va a ejecutarlo, es decir, con qué medios humanos, mecánicos, herramientas y equipos se va a contar. Para ello, se debe estudiar la manera de equilibrar el tiempo según un planning, el coste acorde al presupuesto de ejecución material y la seguridad en la ejecución según el plan de (PRL) para la obra. 9.3. Selección: Una vez que se cuenta con los datos de partida de la obra, para tomar una decisión acertada hay que identificar y valorar los factores de ella que van a influir en la selección de maquinaria, equipos y herramientas a emplear. Estos factores son el tipo de muro, que establecerá el peso, la dimensión y la forma de las piezas a manipular, el volumen de la partida, que establece la cantidad de m2 que hay que ejecutar en el tiempo previsto, la accesibilidad en obra y al tajo de máquinas, equipos o herramientas cuando exista diferencia de cota entre la zona de operaciones y el muro a ejecutar, pues debe haber espacio suficiente para maniobrar y que la naturaleza del firme sea estable en la zona de operaciones. Los equipos
3.5. Sistemas de representación
1. Introducción: En un proyecto técnico, se materializa el resultado de lo que se desea ejecutar. Una vez planteado, desarrollado y resuelto el proyecto, el arquitecto o ingeniero debe transmitir las ideas, soluciones y estructurar los documentos. El proyecto lo forma un conjunto de escritos, cálculos y dibujos elaborados para prever cómo va a ser y lo que va a costar una obra de arquitectura o de ingeniería civil. La correcta interpretación del proyecto por parte de todos los agentes implicados en la obra es fundamental para que esta se ejecute según el proyecto. 2. Proyectos: documentación: Comienza con las conversaciones entre el propietario y el autor del proyecto. A continuación, el autor elabora un borrador, al que le siguen un anteproyecto, el proyecto básico y por fin el proyecto de ejecución. La documentación que como mínimo tendrá un proyecto está formada por: -Memoria: documentación que describe el proyecto desde su origen y objeto hasta las necesidades a satisfacer y factores que se han tenido en cuenta. -Planos: representación gráfica del proyecto, tanto en su conjunto como en su detalle, lo definen completamente en su aspecto constructivo. -Pliego de condiciones técnicas particulares: describe los elementos materiales que integran la obra y regula su ejecución. -Presupuesto de ejecución material: señala los costes de la obra expresando los precios de venta, precios descompuestos, mediciones y cubicaciones. -Programación o planificación de los trabajos: tendrá un carácter indicativo y podrán aparecer los tiempos y los costes. 3. Sistemas de representación: diédrico y perspectivas: Un muro de mampostería, sillería y perpiaño, como para cualquier otra parte de una obra, necesita para su correcta ejecución de una representación gráfica realizada con los planos necesarios, para lograr mediante ellos su reproducción en la obra. 3.1. Diédrico. Para dibujar un objeto o cuerpo sólido en representación diédrica, se sitúa en el espacio limitado por tres planos perpendiculares entre sí, formando un triedro trirectángulo. Explicándolo de forma más sencilla, imagínese un objeto en una esquina del interior de una habitación, siendo las dos paredes y el suelo los tres planos de referencia. La proyección del cuerpo sólido vista desde arriba se denomina planta. La proyección de la parte del sólido que se tiene en frente se
3.6. Características y croquis
4. Características de las piezas de piedra. Las características de las piezas de piedra natural son su morfología, su resistencia característica a compresión, a flexión, a desgaste, a impactos, a cambios térmicos, a heladas, a la contaminación ambiental, a esfuerzos puntuales transmitidos por los anclajes metálicos que tenga embutidos, su aspecto, etc. Para conocer como es (composición, resistencia, estructura, densidad), hay que descubrir su naturaleza y para ello, es necesaria la realización de ensayos de características. 4.1. Características del soporte Para que un muro esté firme y estable, debe estar soportado por una base o cimiento, que quedará entre el muro y el terreno, dimensionada y acorde al muro que debe soportar y a las solicitaciones estructurales a que este esté sometido, pues la función del soporte será transmitir estas cargas, más el peso propio del muro, al terreno. El primer paso será la realización de un estudio mediante un ensayo geotécnico del terreno, para conocer sus características y poder decidir el tipo de cimentación a realizar. Dependiendo de la profundidad a que se encuentre el firme, del tipo de estratos homogéneos, de las posibles infiltraciones de acuíferos, de su naturaleza, etc., se proyectará el soporte o la cimentación adecuada. 4.2. Puntos singulares, remates y encuentros. Un ejemplo de punto singular puede considerarse una gárgola en la parte superior de una muralla de sillares en un castillo. Debe dársele la pendiente necesaria hacia afuera para que evacue el agua, con una longitud suficiente para que el chorreo del agua al salir de la gárgola no salpique sobre el muro, creándole humedades, manchas y futuras vegetaciones, y con un diámetro calculado considerando el nivel pluviométrico de la zona y la superficie que tiene que evacuar. 4.3. Identificación de posibles omisiones, indefiniciones, errores, medidas no concordantes, etc… El origen de los problemas que presentan algunos proyectos es el tiempo limitado entre su elaboración y puesta en ejecución, es decir, la prisa. No todas las deficiencias del proyecto tienen la misma naturaleza, por lo que conocer su causa es importante para poder evitarlas. Un posible error en el diseño de los proyectos es que en él no se haya plasmado la idea del promotor por falta de entendimiento. 5. Realización
3.7. Replanteo planimétrico y altimétrico
1. Introducción: En toda obra, es necesario hacer los replanteos y las comprobaciones necesarias para el comienzo o el control de la ejecución que se va realizando, afianzando los datos que se obtienen y tomando decisiones rápidas para garantizar la calidad de la construcción, evitando que se retrase el ritmo de la obra. Es importante tomarse el tiempo necesario para realizar estas tareas de replanteo y comprobación de dimensiones de los muros. 2. Replanteo planimétrico y altimétrico ( planta y alzado). Antes de comenzar la ejecución del muro, se debe hacer el replanteo tanto en planta como en alzado. Esto sirve de guía para comenzar en la posición correcta y para, en el proceso de ejecución, poder comprobar que se está ejecutando dentro de los volúmenes proyectados y con el cuidado adecuado para que las posibles desviaciones queden dentro de las tolerancias admisibles. El replanteo planimétrico del muro se realiza trazando sobre la base las alineaciones mediante tiranteces que están sujetas a las camillas, que se colocarán a la distancia suficiente para que su ubicación no estorbe a la excavación de los cimientos. Estas tiranteces podrán marcar los planos de alzado del muro o el eje en planta. El replanteo altimétrico se realizará una vez ejecutado el soporte, colocando en las esquinas del trazado en planta de la primera hilada una regla o mira perfectamente recta y con marcas escantilladas de las alturas de las siguientes hiladas o antepechos cuando correspondan. Sobre estas marcas de las hiladas entre miras, se tenderán tiranteces o cordeles que se irán subiendo en altura conforme se vaya avanzando en la labra, para asegurar que las hiladas queden horizontales. 2.1. Instrumentos y útiles de replanteo. Sección. Manejo: Para que un muro de mampostería, sillería y perpiaño, como para cualquier otra parte de una obra, se ejecute ajustándose a las formas y medidas según se indique en el proyecto, necesita que el oficial que realiza el labrado se guíe en el proceso de construcción de replanteos, comprobaciones continuas y controles para asegurar su correcta ejecución. 2.2. Sección. Para poder obtener los datos necesarios para preparar el replanteo, ya sea planimétrico o altimétrico, de un muro o para comprobar el proceso de ejecución, se
3.8. Preparación de mampuestos
1. Introducción. El ser humano ha sabido aprovechar la piedra natural de muy diversas maneras a lo largo de la historia. En tiempos remotos, hizo de este elemento el principal aliado de su vida cotidiana, convirtiendo las piedras en herramientas, armas y objetos de culto o funerarios, llegando a ser tan abundantes y tan importantes los yacimientos y hallazgos de industrias líticas en todo el planeta que ha dado nombre a toda una era de la Prehistoria: la Edad de Piedra. 2. Preparación de mampuestos a partir de piedra en bruto. Antes de empezar a trabajar las piedras, es necesario conocerlas un poco, ya que son muchas las especies que se presentan en la naturaleza, pero pocas las que sirven para la construcción. 2.1. Tipos de piedras utilizadas en construcción. Es de sobra conocida la clasificación científica más común de las rocas según su origen: rocas eruptivas o ígneas, metamórficas y sedimentarias, pero también es posible clasificarlas según los minerales que entran en su composición, ya que, dependiendo de estos, las rocas o piedras tendrán unas cualidades o características distintas para su uso en construcción. Básicamente, las piedras apropiadas para usarlas como materiales de construcción se pueden dividir en dos grandes grupos: Los que están formados principalmente por óxido cálcico: piedras calcáreas. Las que tienen por base principal el sílice: piedras silíceas. Piedras calcáreas: Dentro de este grupo, las más importantes son: – Calizas: compuestas por ácido carbónico y óxido de calcio, se descomponen por la acción del calor, dando origen a productos de naturaleza distinta (cal, cemento), solubles a los ácidos produciendo efervescencias al contacto con ellos. Escala de dureza 3, raya al cobre y es rayada por el hierro. Existen muchas variedades de calizas, las más usadas son la caliza sacaroidea (mármol), la caliza compacta, más fina que el mármol, la caliza basta que no admite pulimento, y la caliza silícea muy útil por su dureza. -Yeso: sulfato de cal hidratado, soluble al agua, por la acción del calor se transforma en yeso vivo. Blando, puede rayarse con la uña. Piedras silíceas: Existen gran variedad de piedras silíceas, todas ellas de gran dureza, siendo las más empleadas: – Arenisca: aglomeraciones de granos de
3.9. Útiles manuales y mecánicos
4. Herramientas y útiles manuales y mecánicos para el ajuste. Utilización. En el trabajo de ajuste de los materiales pétreos que se utilizan en construcción, intervienen un gran número de útiles y herramientas, tanto manuales como mecánicas, movidas por algún tipo de motor. 4.1. Herramientas manuales. Las herramientas manuales usadas comúnmente en cantería se pueden clasificar de la siguiente forma: – De medición: metro, escuadra, compás. – De golpe o percusión: cuña, martillo, maceta, mazo, pico, bujarda, escoda. – De corte: sierra de mano. – De acabado: cincel, punzón, trinchante. Herramientas de medición. Usadas para la parte más técnica del trabajo, tienen la misión de ayudar al cantero a trasladar a la piedra con la que trabaja las formas y medidas dadas en los planos o bocetos. Herramientas de golpe o percusión. Por medio de su peso o forma, con estas herramientas se extraen o se parten rocas y piedras y sirven de ayuda en la utilización de otras herramientas. Martillo. Es una herramienta utilizada para golpear una pieza causando su desplazamiento o de formación. Maceta. Especie de martillo de doble cara y de mayor tamaño y peso, que puede oscilar entre los 0,5 y 3 kg. Es utilizado por canteros y albañiles para golpear cinceles o cortafríos o directamente contra la piedra. Maceta portuguesa. Herramienta de mano similar al martillo. Su uso más común es golpeando directamente el material con que se trabaja, pero también se usa para tallar. Pico. Herramienta formada por una barra de acero o hierro y un mango de madera, metal o resina. Normalmente, en la parte metálica un extremo termina en punta y el otro extremo es plano y con filo cortante. Se usa para cavar en terrenos duros y para remover piedras. Escoda. Es una herramienta usada para labrar la piedra. Tiene forma de hacha con dos filos lisos en el mismo plano, suele pesar unos 2 o 3 kg y se usa cogiendo el mango con las dos manos y golpeando la piedra directamente. Bujarda. Es una herramienta empleada en cantería para labrar la piedra. Se utiliza para acabados en superficies que se desean rugosas, por lo que también se puede considerar como una herramienta de acabado, pero, al
3.10. Fábricas de mampostería
1. Introducción En el capítulo anterior, se vieron los distintos procesos por los que pasa la piedra desde el momento en que, siendo parte de una formación rocosa, es extraída, manufacturada y acopiada para su posterior uso en una obra de fábrica. Este capítulo se centra en el trabajo con la piedra en la mampostería, su colocación y las condiciones mínimas que debe cumplir una obra bien ejecutada. A sí mismo, se tratarán con más profundidad los diferentes tipos de mampostería, los elementos singulares que intervienen en una obra de mampuestos y las condiciones de seguridad e higiene que se han de considerar en toda obra de construcción. 2. Construcción de fábricas de mampostería. La construcción de fábricas de mampostería tiene unas características que varían únicamente en el acabado del paramento o en el uso o no de mortero. En la mampostería en seco, no se utiliza ningún tipo de mortero o aglutinante para fijar las piedras, manteniéndose estas unidas aprovechando su propio peso. 2.1. Usos de las fábricas de mampostería. Se usan en la construcción de muros portantes, tanto de fachada como de interiores. Pueden ser muros estructurales que cierran o compartimentan el edificio y reciben las cargas de otras estructuras, trasladándolas al suelo, o pueden, en el caso de estructuras porticadas, cumplir la función de cerramiento del edificio. Pueden tener huecos de paso o ventilación. 2.2. Condiciones de ejecución. Cuando se comience a ejecutar una obra de mampostería de piedra, el primer paso será la limpieza de los mampuestos, regándolos con abundante agua para eliminar el polvo y las costras superficiales que puedan traer de la cantera. Esta operación, además, hidrata las piedras, que consiguen aumentar su adherencia con el mortero. Los lechos de las piedras y las caras que presentarán en las juntas se deberán preparar con mazo, teniendo en cuenta tipo de mampostería que se esté realizando. Ejecución de obra de fábrica de mampostería en seco. En la mampostería en seco, no se usa mortero para unir la fábrica, pendiendo de la seguridad de los muros y de la colocación que presenten piedras. Para que las piedras encajen bien unas con otras, se desbastarán con martillo hasta darles forma, evitándose las piedras redondeadas.
3.11. Utilización de anclajes
4. Utilización de anclajes en la colocación de mampuestos. Los anclajes son unos conectores, generalmente metálicos, que sirven para afianzar un elemento de fábrica con cualquier otra estructura, normalmente de hormigón armado, de acero o también de fábrica. Existen diferentes tipos de anclajes según los elementos a enlazar y se emplean para evitar que se transmitan esfuerzos no deseados (producidos por movimientos de la fábrica o de la estructura), que puedan producir el agrietamiento de la fábrica. – Anclajes de conexión empotrados (sin libertad de movimiento). Se emplean cuando se pretende una unión lo más rígida posible entre los dos elementos a conectar entre sí. Para conectar fábricas con estructuras de hormigón, se suelen usar como anclajes aceros corrugados fijados con algún tipo de adhesivo químico. – Anclajes de conexión con libertad de movimiento. Se emplean entre muros de carga y otros elementos, cuando se pretende que no se transmitan los esfuerzos que sufre cada uno, por separado, al otro elemento. – Definición de arriostrar: colocar piezas en forma oblicua o diagonal en los rectángulos de una armazón o estructura a fin de asegurarla y darle mayor estabilidad. 4.1. Enjarjes, aparejos y encuentros, Traba y llaves. Para que un muro de cualquier tipo sea estable y resistente, la obra de fábrica que lo compone no puede ser un conjunto de piezas dispuestas una al lado de la otra sin ningún orden. Un muro ha de trabajar como una sola pieza, es decir, debe ser un conjunto monolítico. 5. Aparejos. Como se ha dicho, en un muro no se coloca cada pieza de material encima de otra de cualquier manera, sino que se disponen de tal forma que queden bien trabadas entre sí, haciendo que cada pieza de una hilada descanse sobre dos o más de la hilada anterior, colocándolas de forma que las juntas verticales de una hilada no coincidan con las inmediatas inferior y superior. A esa forma de disponer el material que forma la obra de mampostería se le llama aparejar y a la posición que ocupa cada una de las piezas se le llama aparejo. – Regular: el que se compone de piezas bien escuadradas, como por ejemplo los sillares, colocándose las piezas de
3.12. Fábricas de Piedra
1. Introducción. La piedra en bruto, tal como sale de las canteras, en cuevas o se encuentra en la naturaleza, fue de los primeros materiales de construcción que el hombre empleó para procurarse cobijo. Al ir evolucionando, la forma de pensar del hombre primitivo también cambió y ya no se conformó con construcciones de piedra basta. Intentó agasajar a los dioses con templos grandiosos y demostrar el poderío de sus reyes con palacios magníficos, que todavía asombran. Fue entonces cuando empezó a trabajar la piedra y cuando nació uno de los oficios más antiguos del hombre: La cantería. De las canteras, empezaron a salir piedras de todo tipo tratadas para fines constructivos o escultóricos y, entre ellas, la que ha servido para levantar más edificios, monumentos e iglesias o templos en todo el mundo, en regiones separadas miles de kilómetros entre sí, pero con características similares en las técnicas empleadas para su producción y manejo: el sillar. El sillar, como material de construcción, ha tenido y tiene una gran importancia en la arquitectura. Se encuentra en prácticamente todas las construcciones monumentales de Europa, principalmente, y del resto del mundo, a lo largo de la historia. 2. Construcción de fábricas de piedra. Recordando lo visto en capítulos anteriores, las fábricas de piedra son elementos constructivos que se realizan con piezas de piedra aparejadas, en seco o con mortero, que tienen buena resistencia mecánica a los esfuerzos de compresión. Estas fábricas se pueden realizar con diferentes materiales pétreos, que se diferencian por su presentación en obra. Se consideran, para este manual, tres tipos básicos de piezas pétreas para fábricas, según el grado de labra y tamaño: – Mampuesto: Piedra tosca, sin labra o un poco labrada a una cara, que se maneja sin ayuda mecánica. – Perpiaño o Tocho: Piedras labradas, presentando las esquinas vivas, de forma más o menos de paralelepípedo y regularmente trabajadas, o con corte mecanizado y de formas muy regulares. – Sillares: piedras muy trabajadas en todas sus caras, normalmente en forma de paralelepípedo, aunque pueden adoptar otras formas según la función que desempeñen en la obra (dovelas para arco, piezas para pilares, etc.). 2.1. Condiciones de ejecución. Las fábricas de piedra labrada son todos
3.13. Repaso de Conceptos
1. Introducción. La piedra natural es un material de construcción utilizado desde el comienzo de las civilizaciones. Sustituyó a materiales más débiles y en la construcción de viviendas en regiones donde predomina su presencia natural se ha llevado a su máxima expresión y explotación en elementos constructivos. Su resistencia, durabilidad en el tiempo, diseño, valor ornamental y coste son los parámetros a tener en cuenta para seleccionar la piedra como material de construcción. Poco a poco ha ido evolucionando la forma constructiva, por lo que otros materiales han relegado a la piedra natural a cubrir necesidades de ornamentación y decoración, revestimientos de elementos verticales y horizontales de forma superficial. Pero el auge del mantenimiento y recuperación del patrimonio histórico, así como un reducido impacto ambiental, la ha rescatado del olvido frente a los materiales modernos como el hormigón y el acero. 2. Un repaso de conceptos. La obra de fábrica se realiza con materiales pétreos unidos entre sí de un modo determinado o disposición llamada aparejo. Existen distintos tipos de obra de fábrica: de mampostería, de sillería, de sillarejo, y de ladrillo. Las fábricas de mampostería y sillarejo han quedado relegadas a usos ornamentales o de rehabilitación. Actualmente se utilizan las fábricas de material cerámico o ladrillo, más rápidas de ejecutar y con material menos costoso. Las fábricas de mampostería se realizan con trozos de piedra sin labrar casi tal como se extraen de la cantera. Estos trozos son los que se llaman mampuestos. La sillería es el mampuesto labrado de forma regular para que se asemeje a un paralelepípedo. Las dimensiones de los sillares son muy variables y normalmente tienen uno de sus cantos plano para que el aspecto de terminación de la fábrica pueda realizarse a cara vista. La única diferencia entre mampuesto y sillería radica en que mampuesto quiere decir puesto con la mano, así pues, para colocar un mampuesto solo es preciso un operario, y sin embargo, para un sillar se tendrá que buscar ayuda manual o de máquinas por sus dimensiones o peso extra. Un sillar de labra exige que la piedra natural presente una serie de características: – Exigencias físicas de dureza pero de fácil labra que tengan adherencia a morteros
3.14. Escaleras y Cimbras
3. Escaleras. Este elemento permite comunicar distintos niveles horizontales ya sean terrenos a distintos niveles o plantas y pisos de un edificio. Los elementos que definen las escaleras son su estructura sustentante y los escalones. El tipo de escalera montacaballo se realiza en mampuesto normalmente tipo ladrillo macizo que conforma una superficie abovedada donde se colocarán los peldaños. Este tipo de superficies abovedadas son las que requiere la estructura sustentante de las escaleras de piedra natural. Para la construcción de cualquier escalera hay que tener en cuenta las siguientes medidas: – Dimensiones de ancho y largo de la caja de escalera. Definición de caja de escalera: es el espacio que delimita la ubicación en volumen de la escalera. Este volumen se asemeja a un cilindro para las escaleras de caracol. – La altura a salvar entre niveles que determinará la inclinación de estructura de la escalera. Se mide de suelo de nivel inferior al suelo de nivel superior teniendo en cuenta el revestimiento de terminación. – Las dimensiones de los peldaños. Esto es, su anchura o huella (donde pisa), y altura o tabica/contrahuella. En toda escalera hay que cumplir la relación que una huella más dos contrahuellas estén en un intervalo mayor o igual a 54 centímetros y menor o igual a 70 centímetros. La dimensión obtenida para las huellas se dibuja en planta sobre la línea de huella. – La colocación de un pasamanos a una altura no menor de 90 centímetros hasta 110 centímetros para adultos. En caso de escaleras de acceso público también se dispondrá de pasamanos para niños a una altura comprendida entre 65 y 75 centímetros. – La línea de huella es la línea imaginaria que va por la zona de paso normal de la escalera. En escaleras de ámbito o ancho normal esta es de 1 metro. La línea de huella se sitúa en la mitad del ámbito. – El vuelo o proyectura de un peldaño es la parte de apoyo que queda al aire sobre la huella del peldaño inferior. La proyectura puede ser de 2 a 5 centímetros. – La sucesión de peldaños en un tiro se llama tramo o ida y llega hasta el último peldaño de la
3.15. Elementos auxiliares
6. Colocación de elementos auxiliares y complementarios: rejillas, sumideros, y otros. La colocación de los elementos auxiliares y complementarios cierra el periodo de construcción del edificio en el sistema de acabados. Esto completa la obra con trabajos de terminación generalizándose en los revestimientos de elementos estructurales. Para cada una de las fases de obra se pueden encontrar elementos auxiliares y complementarios que acompañan a las aplicaciones de la piedra natural. Así pues se distinguen: – En muros y fábricas: rejillas, elementos para ocultar instalaciones y juntas estructurales o rozas. – Carpinterías: marcos de colocación superficial o empotrada. – Instalaciones: iluminación superficial o empotrada, rejillas para sumideros, aliviaderos, etc. – Revestimientos: aplacados en muros, revestimientos interiores y exteriores, cubriciones con pizarra, etc. 6.1. Rejillas. Como elemento constructivo una rejilla es una retícula o pantalla perforada para cubrir, ocultar o proteger una abertura de un paramento. Se coloca a modo de ventana respiradero. También se utilizan para impedir el paso de animales a las estancias. 6.2. Sumideros. Los sumideros son elementos que pertenecen a la red de instalaciones de saneamiento. Hasta ellos llegan las líneas de agua de las cubiertas y las rigolas en urbanización. En los sumideros se suelen colocar rejillas para evitar que a la red de evacuación de aguas lleguen objetos sólidos que puedan producir atascos. 6.3. Remates metálicos. Un remate arquitectónico es el elemento que se coloca sobre la construcción para adornarla o coronarla. Su definición se aplica incluso a los ornamentos extremos como las coronaciones. En piedra natural algunos remates se indican principalmente en las cornisas. Se puede destacar la función del babero que es una chapa metálica para evitar el paso del agua de lluvia y que se coloca tanto en cubierta como en uniones entre paramentos. 6.4. Otros elementos auxiliares y complementarios. En este apartado se pueden señalar aquellas estructuras que sirven de seguridad, tanto para soportar saledizos o balconadas en la fachada como barandillas y antepechos. Estos elementos se colocan en la obra de piedra de forma empotrada, anclada o mediante elementos mecánicos, tales como tornillería. También se pueden encontrar rejas embutidas en los marcos de la madera de las ventanas. 6.5. Protecciones contra la humedad: barreras en arranques y acabados