Replanteo planimétrico y altimétrico

1. Introducción:

En toda obra, es necesario hacer los replanteos y las comprobaciones necesarias para el comienzo o el control de la ejecución que se va realizando, afianzando los datos que se obtienen y tomando decisiones rápidas para garantizar la calidad de la construcción, evitando que se retrase el ritmo de la obra. Es importante tomarse el tiempo necesario para realizar estas tareas de replanteo y comprobación de dimensiones de los muros.

2. Replanteo planimétrico y altimétrico ( planta y alzado).

Antes de comenzar la ejecución del muro, se debe hacer el replanteo tanto en planta como en alzado. Esto sirve de guía para comenzar en la posición correcta y para, en el proceso de ejecución, poder comprobar que se está ejecutando dentro de los volúmenes proyectados y con el cuidado adecuado para que las posibles desviaciones queden dentro de las tolerancias admisibles.

El replanteo planimétrico del muro se realiza trazando sobre la base las alineaciones mediante tiranteces que están sujetas a las camillas, que se colocarán a la distancia suficiente para que su ubicación no estorbe a la excavación de los cimientos. Estas tiranteces podrán marcar los planos de alzado del muro o el eje en planta.

El replanteo altimétrico se realizará una vez ejecutado el soporte, colocando en las esquinas del trazado en planta de la primera hilada una regla o mira perfectamente recta y con marcas escantilladas de las alturas de las siguientes hiladas o antepechos cuando correspondan. Sobre estas marcas de las hiladas entre miras, se tenderán tiranteces o cordeles que se irán subiendo en altura conforme se vaya avanzando en la labra, para asegurar que las hiladas queden horizontales.

2.1. Instrumentos y útiles de replanteo. Sección. Manejo:

Para que un muro de mampostería, sillería y perpiaño, como para cualquier otra parte de una obra, se ejecute ajustándose a las formas y medidas según se indique en el proyecto, necesita que el oficial que realiza el labrado se guíe en el proceso de construcción de replanteos, comprobaciones continuas y controles para asegurar su correcta ejecución.

2.2. Sección.

Para poder obtener los datos necesarios para preparar el replanteo, ya sea planimétrico o altimétrico, de un muro o para comprobar el proceso de ejecución, se necesita un dibujo de detalle en sección horizontal o vertical.

Cuando el plano corresponde a una sección horizontal, es decir una sección en planta, por lo general esta se hace a 1 m de la solería o bien a la altura de los huecos en fachada para obtener información sobre el ancho de los huecos y posibles cambios de espesor.

Cuando la sección es vertical, se suelen utilizar para los replanteos o comprobaciones aquellos planos con secciones que estén realizadas cortando huecos de fachada y que incluyan cambios de espesores por molduras o cornisas, alféizares, buscando siempre que den la mayor información.

2.3. Manejo.

Se necesitan una serie de instrumentos o útiles de medida para llevar a cabo los replanteos, así como las comprobaciones de medida durante la ejecución.

Los distintos útiles que se pueden emplear son:

– Metro o flexómetro: cinta metálica precisa que suele comercializarse en medidas de 2, 3, 5 u 8 m.

– Cinta métrica de fibra: cinta de tela o fibra para medir distancias que no requieran gran precisión, que suele comercializarse en medidas de 10, 20, 25, 30 50 m.

Cinta métrica para medir largas distancias
Cinta métrica para medir largas distancias

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– Compás de puntas o de trazado: dos brazos de acero unidos por sus puntas y que tienen un tornillo de ajuste para ajustar su separación. Se emplea para medir distancias entre dos puntos, trazar circunferencias, comparar espesores, traspasar o comparar medidas de una piedra con molduras a otra.

– Compás de varas: se utiliza para trazar grades arcos o circunferencias. Es una barra que, en sus extremos, tiene dos tornillos ajustables en distancia y con puntas, los cuales se separan con la medida igual al radio, quedando una punta sobre el centro y la otra marcando el arco o circunferencia.

– Plomada: pesa de latón o bronce rellena de plomo colgada de una cuerda por un punto o nuez de igual ancho que la plomada, que, puesta junto al paramento y debido a que la tierra atrae a todos los cuerpos con una fuerza perpendicular a la superficie de la tierra, la nuez y la plomada describen la vertical perfecta, detectando defectos de verticalidad en el muro si la plomada se distancia de él o si queda muy pegada.

Plomada utilizada para aplomar y realizar comprobaciones
Plomada utilizada para aplomar y realizar comprobaciones

– Tirantez, cuerda o cordel: sujetando fuertemente una tirantez, cuerda o cordel por sus extremos a maestras o tochos metálicos o de madera.

2.4. Interpretación del plano: geometría y tolerancias:

Al disponerse a comenzar la ejecución de un muro de piedra natural, con el análisis de los planos de construcción se debe consultar el pliego de prescripciones técnicas, donde se indicará la tolerancia admisible para esa partida.

La tolerancia trata de dejar claro cuál es la horquilla de valores entre los que podrá encontrarse una dimensión para considerarla válida o, si quedase fuera, nula, teniendo que rechazar la parte ejecutada incorrectamente.


3. Referencias de replanteo:

En el trazado del replanteo del muro, se marca el espacio que va a ocupar en su arranque desde su base de cimentación. Para ello, son necesarios los planos acotados de cimentación y el de albañilería en el que aparezcan los ejes del muro.

Una vez relacionados los puntos más importantes del arranque o de referencia del trazado, que suelen coincidir con esquinas, encuentros o arranques de muro, se comienza marcando sobre el terreno los ejes de cimentación median te el clavado de estacas de madera, tochos metálicos o camillas de madera, de los que saldrán tiranteces de referencia.

Realización de muro de mampostería
Realización de muro de mampostería

3.1. Marcado del soporte:

Una vez posicionados todos los ejes de los cimientos en las estacas de madera, tochos metálicos o mediante puntillas en las camillas, se colocan y tensan todas las tiranteces sobre ellas. El siguiente paso es marcar los ejes de la cimentación sobre el terreno:

– Si la excavación de la cimentación se realiza con medios mecánicos, primero se marcan los ejes con cal sobre el terreno y, después, midiendo desde los ejes, se marca con cal el perímetro del cimiento y se retiran las tiranteces, pudiendo a continuación pasar la retroexcavadora a realizar el vaciado con este marcado de guía.

– Si la excavación de la cimentación se realiza de forma manual, se dejan las tiranteces como referencia y se procede a la excavación. Una vez este la excavación avanzada, se podrán retirar las tiranteces para facilitar los trabajos.

3.2. Ubicación de miras. Intervalos. Esquinas, encuentros:

Se colocarán reglas o miras con sus caras rectas, bien aplomadas y bien cogidas a las primeras hiladas de esquinas, a encuentros entre paramentos y en comienzo de mochetas bien unidas con yeso para evitar que se puedan mover por un golpe o por las tensiones que las tiranteces les transmiten.

El muro debe quedar bien asentado sobre la cimentación, bien nivelado y marcadas las posiciones donde irán los huecos de las puertas, los huecos de las ventanas para el caso de aparejo con sillares regulares, los encuentros con otros paramentos, las esquinas y los arranques del muro.

3.3. Esquinas, encuentros.

Lo primero que ha de replantearse sobre la cimentación son las esquinas, los encuentros y, partiendo de estos puntos, los huecos de puertas y ventanas, abultados o rebajes que se irán señalando a medida que se avanza, colocando reglas o miras en cada punto.

Para el caso de sillería, terminado el replanteo de las piedras que corresponden con la primera hilada, se colocan de forma definitiva con mortero.

Muros de mampostería realizados por alumnos del curso de Colocación de Piedra Natural
– Curso de mampostería año 2016, impartido por Adolfo Armas Luján – Informec – Telde.

3.4. Medida. Alineación. Nivelación. Plomo:

En la labra del muro, es importante sensibilizarse del especial protagonismo que supone el saber aplicar los conocimientos sobre las técnicas de traspaso de medidas, alineaciones de los paramentos, la nivelación de hiladas, antepechos, dinteles y demás remates, comprobación del aplomo con el fin de evitar defectos de forma, desplomes, faltas de alineación en sus caras, diferencias de nivel, espesor de juntas no uniformes, pérdidas de estabilidad, etc.,

Que no afectarán solo a sus características estéticas, sino que, en algunos casos, serán defectos de construcción difícilmente solucionables y afectarán a su seguridad, incluso pudiendo darse, en el peor de los casos, tener que demoler por riesgo de derrumbe.

3.5. Medida.

El primer paso en toda obra de nueva ejecución es pasar las medidas del plano al terreno mediante el replanteo planimétrico.

Esto, hoy en día y según la envergadura de la obra, se puede hacer con cinta métrica de acero o fibra, según sea la magnitud de la medida, apoyándose en tiranteces y uso de escuadras para ángulos de 90º o con la tecnología topográfica mediante la estación total, aparato electroóptico que mide ángulos, distancias y niveles, mucho más caro, pero muy útil para obras de gran volumen y necesitadas de gran precisión y rapidez.

3.6. Alineación.

La alineación en un muro de mampostería, sillería o perpiaño tiene Como objetivo básico que su construcción no se salga de un perímetro establecido y que su eje quede en la posición que marcan los planos de replanteo. Se realizará mediante tiranteces desde puntos externos o con marcado sobre la cimentación mediante tirantez impregnada de añil (tiralineas), que dejará la marca de referencia para poder colocar la primera hilada.

3.7. Nivelación.

El objetivo de la nivelación es que las hiladas, antepechos, dinteles, molduras y cualquier otro elemento de fachada estén todos contenidos en planos horizontales y paralelos entre sí. Para comprobar el nivel de la primera hilada para un muro de sillería a labrar con junta de mortero, se tomará desde el extremo de un paramento entre esquinas o entre encuentros o entre esquina y encuentro y se colocará la primera hilada de sillares, con las dimensiones que indica el proyecto, sin junta de mortero y separados entre sí utilizando un escantillón, que podrá ser un trozo de listón de madera, un bolígrafo o cualquier referencia del espesor del mortero.

3.8. Plomo.

El objetivo de la toma de plomada en el muro es comprobar que se ha construido manteniendo la vertical. Para ello, se sujeta por el extremo opuesto al plomo y se coloca este pegado a la parte alta del muro, que penda la plomada por su propio peso.

Esta tendrá movimientos pendulares hasta quedarse inmóvil en la vertical. A continuación, se comprueba su verticalidad, siendo aceptable si la plomada roza ligeramente el muro. Si no lo toca o queda totalmente pegado, significa que está inclinado y se debería comprobar si rebasa o no la tolerancia admisible.

-Aplicación para móviles muy útil para nivelar...
-Aplicación para móviles muy útil para nivelar…

3.9. Aparejo. Planeidad. Desplome. Horizontalidad de hiladas:

Las características que definen un buen muro son un buen aparejo, planeidad en sus caras, verticalidad y mantenimiento de la horizontalidad en sus hiladas. De la misma forma, el origen de los problemas ocasionados por defectos en su labra tiene que ver con alguno de los siguientes defectos: el de forma en el aparejado de los bloques, la falta de planeidad en el paramento, el desplome o la falta de horizontalidad de las hiladas que lo forman.

3.10. Aparejo.

En el proceso de labrado de un muro de mampostería, sillería o perpiaño, la dificultad del trabajo vendrá determinada por el tipo de materiales empleados y por el tipo de disposición y trabado que tengan las piedras en el muro.

Sea cual fuere el aparejo que esté establecido en proyecto, los controles que hay que hacer para garantizar su buen trabado son la horizontalidad de las hiladas, manteniendo el espesor de la junta horizontal de mortero o tendel dentro de los valores de tolerancias admisibles, que la junta vertical de mortero o llagas entre piezas se mantenga dentro de los valores de tolerancia admisibles y que la disposición y trabazón de las piedras mantengan la proporción que corresponda al tipo de aparejo en todo el paramento.

3.11. Planeidad.

La comprobación del aplomo, la disposición de reglas o miras aplomadas cada pocos metros y la nivelación de las hiladas, en algunos casos, no son suficientes para detectar pequeñas barrigas o hundimientos puntuales producidos en el labrado del muro. Para ello, es necesario realizar comprobaciones periódicas durante el proceso de ejecución con las reglas o miras, colocándolas pegadas al muro en distintas direcciones (vertical, horizontal y oblicua).

3.12. Desplome.

El desplome de un muro consiste en la pérdida de la verticalidad debido a la pérdida de horizontalidad de la base de la hilada anterior por defecto de la naturaleza de la piedra, de la consistencia del mortero o de la mala ejecución de la labra.

Otra causa que tiene como efecto la pérdida de verticalidad y de planeidad de un paramento es que las hiladas del muro tengan que transmitir un excesivo peso para el que no estaban calculadas ni dimensionadas, pudiéndose producir un pandeo o un desplome, perdiendo el muro parte de su estabilidad y poniendo en peligro la seguridad de la construcción.

3.13. Horizontalidad de hiladas.

La importancia de colocar las piedras en hiladas horizontales se debe a que de esta forma se evitan posibles deslizamientos que se pudieran producir. Las hiladas deben estar contenidas en un mismo plano horizontal, siendo este perpendicular a la dirección de los esfuerzos que transmite el muro a la cimentación.

Para obtener las hiladas horizontales, se han de comprobar los niveles para cada hilada, teniendo en cuenta el tipo de aparejo, el tamaño de las piedras que se van a emplear y los espesores de la junta horizontal de mortero o tendel, haciendo que queden dentro de los valores de tolerancia admisibles.

3.14. Barras de referencia. Niveles de antepechos y dinteles de los huecos:

En el replanteo del muro, en planta y alzado se utilizan las barras, reglas o miras para marcar sobre la superficie de arranque del muro las esquinas, los encuentros y los huecos de fachada. Se colocarán las barras bien sujetas con yeso, aplomadas en sus caras y a distancia menor a 6 m en esquinas, encuentros y huecos o mochetas.

4. Ubicación de remates: molduras, alféizares, dinteles, jambas, etc…

Los muros, en su encuentro con las distintas partes que los forman, dentro del conjunto de la edificación de una fachada de un edificio, resuelven las transiciones entre distintos planos con piezas especiales que tienen una función práctica a la vez que decorativa.

4.1. Molduras.

Las molduras son elementos decorativos empleados para adornar los bordes de los huecos de puertas y ventanas o rematar superiormente los zócalos de piedra. Consisten en un abultado, relieve o saliente del plano vertical de fachada. Tienen un acusado componente lineal y su perfil o relieve se mantiene en toda su longitud, pudiendo tener un tratamiento especial en los encuentros entre la moldura vertical con la horizontal y en los terminales verticales.

Labrante Tallando moldura a mano, en Cantería de Arucas.
Labrante Tallando moldura a mano, en Cantería de Arucas.

4.2. Alféizares.

En la colocación del alféizar en antepecho o cubremuro en pretil de cubierta, se colocará cuidando que tenga una ligera pendiente hacia el exterior para la evacuación rápida del agua que evite su acumulación y aparición de humedades y con un vuelo de más de 3 cm sobre la rasante del muro y provisto de goterón. La unión del alféizar con el cerco de la ventana y con las jambas es muy importante para garantizar la estanqueidad en esos puntos.

4.3. Dinteles.

El tipo de dintel más sencillo que se puede emplear es monolítico, se emplea para luces de menos de 1,20 m y tiene un apoyo sobre cada lado de las jambas de 1/10 parte de la luz y como mínimo 15 cm. Para luces algo mayores que esta, deberá llevar sobre él un arco de descarga. Si se quiere evitar el arco de descarga y las luces son mayores, se debe resolver con dinteles adovelados o con arcos. La variedad de las posibles soluciones para cubrir un hueco con dinteles es muy amplia, dependiendo del tipo de cargas que debe soportar y de la función estética que se le quiera dar a su construcción.

4.4. Jambas.

Los encuentros entre las jambas con los cercos, alféizares y dinteles son los puntos más delicados que presentan los muros de piedra. En ellos, se van a encontrar las tensiones de descarga de la parte que corresponde a las hiladas superiores al hueco, que se apoyan en el dintel y este las transmite a cada lado de las jambas, las diferencias de dilatación de los distintos materiales de cada elemento y la acumulación de humedades o filtraciones si no están bien sellados o empotrados.



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